Protección por contraseña
Las primeras versiones de PDF
se podían desproteger sin demasiadas complicaciones, pero todo eso
cambió a partir de la versión 1.6 del formato, que introdujo el cifrado.
Cualquier intento de eliminar la protección de contraseña de estos
archivos mediante métodos tradicionales terminará en un montón de
caracteres ininteligibles.
Resumiendo, la contraseña no se
puede eliminar y la única alternativa que nos queda es intentar
adivinarla. Para esta labor nada mejor que la fuerza bruta, es decir,
probar todas las contraseñas posibles hasta dar con la contraseña
correcta. Lógicamente hacerlo a mano podría llevarnos una eternidad,
pero para facilitarnos la labor disponemos de pdfcrack.
Pdfcrack
es una herramienta en línea de comandos a la que basta con que le
digamos el nombre del archivo y ella misma se pone a probar miles de
contraseñas por segundo –siempre dependiendo de la capacidad de nuestro
ordenador. Por ejemplo, en mi caso es capaz de probar 30000 contraseñas
por segundo. Es decir, haciendo cálculos, si la contraseña tuviera
cuatro caracteres podría encontrarla en un minuto, si tuviera seis en
algo más de dos horas y media y si tuviera nueve… en una eternidad y
media.
pdfcrack archivo.pdf
Todo eso es suponiendo que esté
compuesta de letras (mayúsculas y minúsculas) y números aleatoriamente,
pero lo cierto es que es habitual que la gente utilice palabras
corrientes que pueden encontrarse en listados de palabras.
Afortunadamente, pdfcrack puede leer listas de palabras y probarlas en
lugar de generar todas las combinaciones posibles de letras y números.
pdfcrack archivo.pdf -w /usr/share/dict/spanish
Supongamos
que la contraseña es «cachiporrazo». Generando todas las combinaciones
aleatoriamente jamás obtendríamos la contraseña, pero utilizando el
diccionario de palabras en español como en el comando propuesto se puede
obtener en tan solo unos segundos.
Restricciones de uso
Normalmente
los visores de PDF para GNU/Linux ni siquiera soportan ya las molestas
restricciones de uso de los archivos, así que no tendremos de qué
preocuparnos. Podrás imprimirlos y copiar su contenido sin problemas, a
pesar de los deseos del autor.
El único lector que conozco que
soporta estas restricciones es Okular, el lector de documentos de KDE.
Afortunadamente, pueden desactivarse. Para ello debes acceder al menú
Preferencias » Configurar Okular y en el apartado General desmarcar la
casilla Obeceder las restricciones DRM.
Eliminar las contraseñas y restricciones
Suponemos
que a estas alturas ya eres capaz de acceder al archivo, y de trabajar
con él sin restricciones de ningún tipo. Pero todavía puede resultar
interesante eliminar esas molestias del archivo por si quieres trabajar
con él en otras plataformas, o no quieres andar recordando la
contraseña.
Para esta tarea puedes utilizar la función de imprimir
en un archivo PDF, disponible en la mayoría de los lectores de
documentos. Basta con que accedas al menú Archivo » Imprimir. Entonces
selecciona la impresora virtual para imprimir en formato PDF y pon un
nombre al nuevo archivo desprotegido. ¿No es sencillo?
Alternativamente
puedes utilizar la herramienta en línea de comandos
pdftops para pasar
el archivo a formato Postscript y luego volver a pasarlo a PDF con
pstopdf. El problema es que esta herramienta no soporta archivos
cifrados, solo servirá para eliminar las restricciones de archivos sin
contraseña.